domingo, diciembre 23, 2007

Un dia con el (2º parte)

* El siempre sabia como hacerme suya, solo tenia que mirarme, y un escalofrió me rodeaba entera,

-¿Puedes levantarte?

+Si

Me ayudo a ponerme en pie, y tomando mi mano me condujo hasta la cama, cuando vio las sabanas de látex y los aceites dispuestos sobre la mesilla, volvió a mirarme de esa manera tan suya, me pidió que me colocara delante suya, de espaldas (tiene una fijación con las espaldas, le resultan muy eróticas, y su final aun mas) deslizo mi vestido por mis hombros hasta mis caderas, y comenzó a acariciarme, tomando una botellita de aceite empezó a esparcir gotitas por mi cuerpo, una en un hombro, otra en el cuello de tras de la oreja, en mis pezones, esparcía el aceite por mi cuerpo, mientras una de sus manos y su boca, acariciaban los lugares donde aun no había aceite

Yo volvía a sentir que mi sexo se humedecía, quería tocarlo, besarlo, pero no me dejaba.

-Ya tendrás tiempo de eso, ahora quiero jugar, y que lo disfrutes, ya te dije que no hay nada mejor para relajarme.

No me quedo más remedio que dejarme hacer, seguro que me daría mi tiempo para hacerle sentir todo lo que yo lo deseaba, termino por quitarme el vestido y poniendo más aceite en sus manos, las paseo por mis piernas, nalgas y poniendo un poco mas sobre las sábanas me ayudo a tumbarme boca abajo.

Separo mis piernas, he introdujo su mano por ellas, dejando su dedo índice sobre mi clítoris y el pulgar sobre mi ano.

*Ahora quiero que te masturbes para mí, así como estas, quiero verte resbalar por las sábanas.

Comencé a mover mis caderas, mientras que sus dedos se frotaban conmigo, notaba el roce del látex en mis pechos, era una experiencia única, podía oler mis flujos que mezclados con el aceite tenían un olor especial, su dedo índice había dejado mi clítoris para introducirse en mi vagina junto con otro dedo y el pulgar se abría paso dilatándome el ano.

- No puedo más cariño.

*No lo aguantes, es lo que quiero, quiero que grites de placer, y que te corras en mi mano

Y no tarde en hacerle caso, los gemidos dieron paso a unos grititos y los grititos a verdaderos gritos de placer, en el momento justo en que me corría me mordió el cuello, haciendo que mi placer aumentara, exhausta me ayudo a darme la vuelta, desabrocho su camisa y paso su mano con mi flujo por su pecho.

- Quiero que me mires.

Y con esas palabras, se desnudo para mi, dejando a mi vista el cuerpo desnudo del hombre que amo y deseo, para tumbarse a mi lado, y ahora si, besarme.

4 Comments:

At 10:10 a. m., Blogger Pedro said...

Creo que tu chico es un vampiro...
Me ugstó el relato
Un besi

 
At 12:43 p. m., Blogger Pedro said...

Hay determinadas personas que pueden producirte una irrefrenable pasion

 
At 6:06 p. m., Blogger Allen said...

sexual... Vaya sorpresa este rincón sensual...

Un saludo...

 
At 2:52 a. m., Blogger Unknown said...

una escena de elogio, me he despertado viendo como gemías de placer
un beso de amor

un placer haberte espiado

un abrazo

 

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